Por: Peter De Wannemaker, coordinador de UAV-UNIBE
El acoso escolar o bullying es el comportamiento negativo repetitivo e intencional (desagradable o hiriente) de una o más personas dirigido a una persona que tiene dificultad para defenderse (Olweus, 2010). Es importante no confundir el bullying con juegos pesados, con un comportamiento grosero o desconsiderado que sucede en un momento único, o con peleas únicas u ocasionales en las que, aunque existe una intencionalidad de hacer daño, no existe un desbalance de poder.
Un estudio nacional realizado en 2014 (Vargas, 2014) reveló que el 33 % de los estudiantes en la República Dominicana experimentan acoso, y que la mayor prevalencia es en jóvenes entre 13 y 18 años. El bullying puede manifestarse de distintas maneras: con violencia física, al golpear, patear, empujar, escupir, etc.; con violencia emocional, al excluir del juego, insultar, hacer comentarios peyorativos y de desprecio, difundir mentiras o rumores malicioso; o de carácter sexual, si se manifiesta con insinuaciones indeseadas, tocamientos inapropiados, mirando las partes íntimas o presionando para tener relaciones sexuales.
Generalmente, quienes son acosados en su centro educativo son estudiantes que no saben cómo defenderse y tienen poco apoyo de sus compañeros o maestros. Muchas veces se sienten mal e intimidados, pero se quedan callados por temor a que nadie les crea o les ayude. Los y las jóvenes que acosan, casi siempre buscan intimidar o herir compañeros más vulnerables para mostrar su poder, dominar y controlar. Quieren obtener estatus y poder dentro de su grupo y buscan admiradores o ayudantes para hacerlo.
El bullying no es un juego
El acoso tiene consecuencias en las víctimas y en quien lo comete. Los niños y jóvenes acosados pueden tener problemas emocionales desde ligeros hasta muy graves, como no querer ir a la escuela y mostrar irritabilidad o agresividad, hasta presentar enfermedades psicosomáticas, depresión, automutilación y hasta intento de suicidio. El acosador puede llegar a convertirse en estudiante con problemas conductuales anti sociales graves, como vandalismo, delincuencia y pandillerismo.
Cómo reaccionar
Los padres, maestros y personal educativo juegan un rol muy importante en la prevención y atención en casos de bullying. No se debe ignorar la situación, sino por el contrario, investigar y darle protección a la víctima, buscando ayuda profesional y dando seguimiento hasta asegurarse que la situación se solucione.
Como estudiante, tampoco tienes las manos atadas. Tanto si eres quien está sufriendo acoso como si has sido testigo de una situación de bullying entre tus compañeros, no te quedes callado. Habla con tus maestros, con otro adulto del centro educativo, o con tus padres. En situaciones de acoso escolar es muy importante que quien lo padece reciba apoyo. Juntos, compañeros y personal educativo, pueden parar la violencia.
UNIBE cuenta con la Unidad Especializada en Niños, Niñas y Adolescentes en Situación de Violencia (UAV- UNIBE). Puedes dirigirte allí si estas siendo víctima de acoso o le está pasando a alguno de tus compañeros. Conoce más sobre lo que hace la UAV-UNIBE este 22 de marzo en la XVII Jornada de Prevención del Abuso Infantil que realizan las escuelas de Psicología y Educación en el campus UNIBE.
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