Lejos están los tiempos en que estudiabas una carrera a los 18 años y tenías que quedarte ejerciéndola por toda la vida, te gustara o no. Cada vez es más frecuente encontrarnos con profesionales que en su trayectoria han tenido dos tres y hasta más oficios diferentes. Personas inquietas que deciden reinventarse y estudiar en la adultez. Asimismo, son muchos los que después de un tiempo en el ámbito laboral y de alcanzar cierta madurez es que tienen la oportunidad y las condiciones de realizar estudios superiores.
Puede haber muchas razones para decir iniciar una carrera mucho después de terminar la secundaria y no tiene nada de raro. Por el contrario, esto puede darle ese impulso que necesita tu vida laboral e incluso, personal. “Creo firmemente que no hay tiempo preciso para encontrar una vocación", afirma Michelle Lizardo, psicóloga y directora académica del Decanato de Estudiantes de la Universidad Iberoamericana, Unibe.
Con el tiempo, las personas van desarrollando habilidades e intereses, en función de las experiencias que van formando sus historias de vida. Por eso, explica Lizardo, “el cambio es la mayor constante, y la gran bondad del proceso de aprendizaje es que no es acumulativo, sino que es dinámico, es transformador y todo aquello aprendido previamente, servirá para comprender y transformar la nueva información”, dice.
Estudiar en la adultez puede ser una excelente idea, ya sea porque te graduaste de secundaria hace años, te enfocaste en otras cosas y hasta ahora no te habías decidido a entrar a la universidad. O porque hiciste una carrera que ya no te entusiasma y quieres darle una oportunidad a la que de verdad te apasiona. Quizá sencillamente no tenías las condiciones o recursos de realizar tus estudios superiores hasta ahora… La razón no importa, estás aquí y aprender no tiene edad. Si tienes una vocecita dentro diciéndote que lo hagas, es hora de subirle el volumen y dar el paso.
Michel Lizardo afirma que completar esta meta te dará sentido de logro, ampliará tus habilidades y renovará tus funciones cognitivas por el simple hecho de volver al hábito práctico de estudiar. Más aún, cuando se trata de un contenido de interés genuino. “Todo esto se traducirá en un alto nivel de satisfacción impactando de forma positiva la salud mental”, manifiesta.
Para sacar el máximo partido a la experiencia y puedas completar con éxito el objetivo de estudiar en la adultez, hay factores a tomar en cuenta. Estos van a variar de acuerdo a la realidad de cada persona, sin embargo, estos son algunos de los generales:
• Toma en cuenta los horarios en que se imparte el programa que vayas a cursar. Procura que sea compatible o conciliable con tu agenda laboral, familiar y demás responsabilidades. Establecer prioridades será clave, pues la vida adulta ya implica un alto nivel de responsabilidad.
• Contempla el contenido de la carrera, el tiempo estimado del plan de estudios, metodología pedagógica del programa, sistemas de apoyo y servicios estudiantiles. Todo esto debe alinearse con tu estilo de vida y tus prioridades.
• Planifícate económicamente. Toma en cuenta los costos de los estudios y formas de pago disponibles en la institución de educación superior de tu elección.
Para quienes deciden escuchar esa vocecita y estudiar en la adultez, la Universidad Iberoamericana, Unibe, integró a su oferta académica de grado programas para adultos. La propuesta se basa en un modelo educativo basado en estrategias de aprendizaje activo y un currículo flexible para el desarrollo de competencias profesionales.
Disponible para las licenciaturas de Derecho, Psicología y Dirección y Gestión Empresarial, los programas se ofrecen en modalidad semipresencial, en ambientes de formación diseñados para fomentar el emprendimiento y la enseñanza a lo largo de la vida, acompañados de facilitadores de alto nivel.
Más detalles en unibe.edu.do
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