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La importancia médica en la detección de una nueva especie de mosquito


13 enero, 2021

Santo Domingo, RD

Especie exótica: la especie, subespecie o taxón inferior que ocurre fuera de su área natural (pasada o actual) y de dispersión potencial (p. ej. fuera del área que ocupa de manera natural o que no podría ocupar sin la directa o indirecta introducción o cuidado humano) e incluye cualquier parte, gameto o propágulo de dicha especie que pueda sobrevivir y reproducirse.

Especie exótica invasora: especie exótica que se establece en un ecosistema o hábitat natural o seminatural; es un agente de cambio y amenaza la diversidad biológica nativa.

La problemática de las especies exóticas invasoras se ha incrementado en las últimas décadas, sobre todo como consecuencia del cambio global, es decir, debido a ese conjunto de transformaciones a gran escala producto de las actividades antropogénicas que afectan al planeta. El impacto que poseen estos organismos –que incluyen plantas, invertebrados, vertebrados, hongos y otros microorganismos− va más allá del enfoque ecosistémico, entre el que destacan algunos efectos, muchos devastadores para el medio ambiente, como la pérdida de biodiversidad, las alteraciones de los niveles tróficos, las modificaciones del hábitat, la contaminación genética o las alteraciones de los procesos bioquímicos. Además, las especies exóticas invasoras pueden producir un fuerte impacto socioeconómico y una no menos grave repercusión sanitaria, a través de la diseminación de agentes patógenos y vectores que pueden afectar negativamente a los cultivos, a la sanidad animal y a la salud humana. Dentro de estos últimos, los mosquitos tienen un papel merecidamente protagónico.

En los últimos años, varias especies invasoras de mosquitos amenazan el entorno urbano de varios países de América y Europa, causando molestias y, en el peor de los casos, propiciando la reemergencia de enfermedades que se creían controladas desde hace años, así como la emergencia de otras enfermedades nuevas. A pesar de que todavía se desconoce las características ambientales y fisiológicas que originan y sostienen la propagación de estos insectos, lo cierto es que muchas especies encuentran en el entorno urbano un ambiente ideal en el que prosperar: la biodiversidad es reducida, lo que se traduce en una competencia menor, el número de depredadores es limitado y, por el contrario, el número de criaderos artificiales donde pueden desarrollar los estados inmaduros es ingente. Además, las elevadas densidades poblacionales de personas resuelven fácilmente el problema de su alimentación, pudiendo acceder las hembras a sangre fresca en casi cualquier esquina de cada ciudad.

En República Dominicana existen varias especies de mosquitos invasores, todas de gran importancia médica. Aedes aegypti, conocido también como el mosquito de la fiebre amarilla, fue el primero en llegar. De origen africano, arribó al Caribe por vía marítima cuando se llevaron a cabo las primeras exploraciones y colonizaciones europeas, probablemente en los barriles de agua que transportaban los primeros galeones españoles, hace ya varios siglos. En el caso de Aedes albopictus, conocido como el mosquito tigre asiático, su introducción es un fenómeno relativamente reciente, hace apenas tres décadas, con bastante probabilidad a través de cargamentos de neumáticos usados procedentes de Estados Unidos. Si bien es cierto que en los últimos años se han descubierto nuevas especies de mosquitos no antes reportadas en el país, al parecer su rol en la transmisión de patógenos al ser humano no es relevante. Sin embargo, esta situación ha cambiado después de un descubrimiento reciente.

Un estudio publicado en la revista científica Journal of Medical Entomology (1) documenta la presencia de la especie Aedes vittatus por primera vez en República Dominicana y en las Américas. Este mosquito, cuyos adultos se identifican con facilidad porque su tórax posee un patrón moteado característico, se distribuye originalmente por África, Asia tropical y Europa meridional, encontrándose en entornos silvestres y peridomésticos donde se alimenta con asiduidad de los seres humanos. Si bien su capacidad vectorial no está estudiada en profundidad, se sabe que dentro de su área de distribución nativa desempeña un papel importante en el mantenimiento y transmisión de diversos virus como el de la fiebre amarilla, el dengue, el chikungunya y el Zika.

Aedes vittatus muestra preferencia por reproducirse en reservorios naturales como pozas, agujeros de árboles, troncos de bambú o pisadas de animales, aunque como buen candidato a invasor demuestra una considerable plasticidad ecológica que le permite también explotar una amplia gama de contenedores artificiales. De hecho, aunque se desconoce su vía de entrada, se sospecha que, una vez más, el comercio de neumáticos usados ha podido ser clave. Muchas especies pertenecientes al género Aedes utilizan estos neumáticos para poner sus huevos, que además tienen la capacidad de resistir la desecación durante periodos prolongados de tiempo, propiciando este fenómeno su dispersión mundial a través del comercio internacional de estos productos. De hecho, otro estudio publicado recientemente en la revista científica Biomédica (2) pone de relevancia la gran importancia de este tipo de recipientes artificiales como multiplicadores de especies de mosquitos de importancia vectorial en el país.

No cabe duda de que las condiciones ambientales y climáticas son favorables para el establecimiento de esta especie exótica en la isla, así como en el Caribe insular y otros países americanos. De hecho, un reporte de última hora la sitúa también en la Base Naval de Guantánamo, en la isla de Cuba. Esto hace sospechar que su invasión a través del Caribe insular ha podido comenzar hace algunos años, y que es posible que pueda estar presente en otros países, aunque todavía permanezca sin detectar. Como potencial especie de mosquito invasor, estos resultados tienen implicaciones significativas para el ecosistema y la salud humana, en este último caso si se comprueba su capacidad para transmitir patógenos en el Caribe. Sin duda, esta introducción no intencional puede representar un cambio en el escenario epidemiológico de enfermedades endémicas como el dengue, añadiendo, si cabe, un grado más de complejidad en su control.

En conclusión, es necesario poner el foco en esta y otras especies exóticas en República Dominicana, sin alarmismos, pero sin dilación. En juego está el futuro de nuestro todavía privilegiado medio ambiente, en algunos casos, de parte de la economía del país, en otros, y de la salud de los que habitamos en esta hermosa isla, en el caso concreto del hallazgo de este artrópodo. El momento es ahora.

La importancia médica en la detección de una nueva especie de mosquito

Sobre la detección de una nueva especie de mosquito de importancia médica en República Dominicana y en la región de las Américas.

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