El primero de noviembre, la Red Ambiental de Universidades Dominicanas (RAUDO) realizó su foro ambiental anual dirigido a estudiantes y docentes universitarios en las instalaciones de la Universidad Iberoamericana UNIBE). Este es el decimotercer foro de la RAUDO y su tema central fue Resiliencia Urbana: Transformando Riesgos en Oportunidades. La Red Ambiental de Universidades Dominicanas está compuesta por doce instituciones de educación superior que fomentan la colaboración en investigación y difusión del conocimiento.
Los desafíos que enfrentamos como sociedad requieren un enfoque basado en conocimiento, planificación y respuestas efectivas. Las experiencias compartidas por nuestros panelistas permitieron a los estudiantes identificar los vacíos informativos existentes, las dificultades en la planificación del crecimiento urbano y cómo las comunidades están listas para contribuir a su desarrollo. La participación y el compromiso con estas iniciativas son esenciales para construir un futuro más seguro y resiliente para nuestras comunidades educativas y para todo el país.
Como estado insular ubicado en una zona propensa a terremotos y huracanes, sería razonable suponer que nuestros sistemas de alerta y preparación para desastres están plenamente desarrollados. Sin embargo, el cambio climático ha exacerbado esta situación. Las comunidades continúan expandiéndose sin una planificación adecuada en terrenos vulnerables, mientras que los altos niveles de precipitación presentan un reto que nuestros sistemas de alcantarillado actuales no pueden manejar.
El Ing. Osiris de León, geólogo de la Academia de Ciencias de la República Dominicana, explicó que nuestra isla ha experimentado diez grandes terremotos, siendo uno de los más devastadores el ocurrido en Haití en 2010, el cual dejó una cantidad alarmante de víctimas fatales. A pesar de las divisiones geopolíticas, compartimos similitudes geológicas significativas. La proximidad a la falla de Enriquillo hace esencial comprender la estructura del suelo en nuestras comunidades. Las observaciones después del terremoto en Haití demostraron que la calidad del suelo es crucial para determinar la resistencia estructural ante fenómenos sísmicos. Edificaciones bien diseñadas en valles fueron destruidas, mientras que construcciones improvisadas sobre roca sobrevivieron. Por lo tanto, es fundamental evaluar la ubicación de nuestras infraestructuras más críticas y continuar mapeando y difundiendo esta información entre las comunidades más vulnerables.
El Decano de la Facultad de Arquitectura de la UNPHU, Arq. Omar Rancier, experto en ordenamiento territorial, destacó que han existido más de 12 planes de ordenamiento que no se han implementado completamente debido a la falta de bases tecnológicas adecuadas. Esta situación debería motivar a las instituciones académicas a colaborar con el estado para generar el conocimiento necesario. La creación de comunidades más resilientes es posible si planificamos y educamos de manera participativa, mientras el estado asume su responsabilidad en garantizar la seguridad ciudadana.
Aunque contamos con marcos legales para promover el cambio, la inversión requerida es considerable. Es esencial reestructurar la dinámica social mediante el desarrollo de ciudades intermedias y una gestión horizontal eficiente, tareas que requieren un compromiso a largo plazo y comunidades informadas.
La Dra. Ana Celia Valenzuela, del Instituto de Medicina Tropical y Salud Global (IMTSAG) – UNIBE, presentó las Lecciones y Resultados del programa de capacitación comunitaria en Primeros Auxilios frente al cambio climático. Según el Índice Mundial de Riesgo 2023, República Dominicana ocupa el puesto 24 entre los 41 países más vulnerables del mundo debido a su ubicación geográfica y condiciones climáticas adversas. Esta posición representa una significativa incapacidad para enfrentar y recuperarnos de eventos climáticos extremos. A través del programa de IMTSAG, se han desarrollado módulos educativos para abordar problemas como clima extremo, enfermedades transmitidas por vectores, calidad del aire, salud mental y resiliencia comunitaria. Implementado en Cristo Rey, este programa ha tenido resultados positivos y seguirá siendo implementado en otras zonas mediante la gestión de la Cruz Roja.
El XIII Foro RAUDO no solo fue un espacio para compartir conocimientos valiosos sobre resiliencia urbana, sino también un llamado a la acción colectiva. La colaboración entre universidades, comunidades y el estado es crucial para transformar los riesgos ambientales en oportunidades sostenibles que beneficien a todos los ciudadanos dominicanos. La educación continua y la planificación estratégica son herramientas fundamentales para enfrentar los desafíos del cambio climático y construir un futuro más resiliente para todos.
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